El poder de las etiquetas

¿Te suena esto de que un calificativo o etiqueta presenta mucha más importancia y conecta mucho más con la manera en la que te comportas o… “crees que” deberías comportarte?

¿Y cómo de habitual resulta el asociar a alguno de nuestros hijos con una característica que puede, sin darnos cuenta, llegar a definir su persona? ¿Te habías parado a pensarlo?

Erik… el responsable, María… la perfecta o Javier…el desastre.

Como vemos, estas etiquetas no son únicamente negativas, ¡PERO ESTO NO SIGNIFICA QUE NO AFECTEN! Pudiendo generar una presión continuada por alcanzar o llegar a estar a la altura de lo que los niños ven que se espera de ellos…

También existen las etiquetas de género, para diferenciar entre lo que es “típico” de niños o niñas. La realidad es que, aunque parezca algo muy lejano, sigue siendo de lo más habitual en nuestra sociedad.

Lo cierto es que la mayoría de veces las etiquetas no aparecen de una manera malintencionada o con un fin negativo, simplemente creemos que se ajustan a describir a los otros o que quizás nos ayudan a diferenciarlos. Aún así, la verdad es que cuando aparecen de forma repetitiva y continuada, pueden tener consecuencias no solo en la forma de comportarse de los niños, sino también en su personalidad/identidad, llegando a interiorizarse y, en consecuencia, afectando su autoestima e imágen propia.

¿Pero, cómo es que afectan o cuáles pueden ser los peligros de las etiquetas?

Lo que ocurre es que estas, a priori “simples e inofensivas” palabras, pueden transformarse en conductas asumidas, generando que los niños se comporten y desarrollen su manera de estar en el mundo tomando como referencia estas ideas que se tienen de ellos…y que además, si lo pensamos, ni siquiera parten de ellos mismos y su búsqueda por definirse, sino de los otros…

Así, sin darnos cuenta, las etiquetas y definiciones cerradas no solo pueden hacer que se comporten o actúen de cierta manera inflexible, sino también que a la larga acaben olvidando, o incluso dejando de explorar lo que realmente conecta con su forma de ser; aquello que realmente disfrutan; sus intereses; sus ilusiones y deseos…

Además, definir a nuestros niños a partir de etiquetas específicas cierra la puerta a poder apreciar otras de sus cualidades o fortalezas ¡IGUALMENTE IMPORTANTES!

Todos nosotros estamos en continua búsqueda y definición de nosotros mismos, y aún más en el caso de los niños y adolescentes. Por ello, te animamos a dar un paso atrás y darte cuenta de estas palabras que utilizas de forma casi automática, primero prestando atención a si éstas existen, para más tarde ser consciente de su uso y sí tendría sentido cambiar la manera en la que, ya no solo etiquetamos a los otros…¡Sino también a nosotros mismos!

¿Te has preguntado si esta etiqueta está en TI porque en el pasado alguien te lo repetía constantemente? ¿Queremos realmente seguir perpetuando este ciclo?

Ya sabes, si necesitas ayuda no dudes en contactarnos.

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