El invitado indeseado
¿Alguna vez te has parado a pensar en las consecuencias que tiene el control emocional? Nos pasamos muchas horas al día intentando que nuestras emociones pasen desapercibidas, luchando contra ellas, manteniéndolas a raya, vigilándolas constantemente para que desaparezcan, para dejar de sentir aquello que nos incomoda. Puede que durante algunos minutos lo consigamos y nos sintamos aliviados. Sin embargo, la paradoja está en que mientras hacemos eso, nuestro foco de atención se mantiene todo el rato en la emoción o en esos pensamientos que queremos sacar a toda costa de nuestra cabeza, de manera que estos acaban volviendo, persisten y se incrementan, encontrándonos agotados y dentro de un círculo del cual no sabemos cómo salir.
Desde tú eliges tu vida nos gustaría mostrarte el vídeo de una metáfora que refleja todo lo anterior para, a continuación, responder algunas preguntas que nos ayudarán a reflexionar sobre ello.
¿Alguna vez te has sentido como el protagonista? ¿Reconoces algún “Brian” en tu vida? ¿Qué sensaciones o qué pensamientos intentas controlar? ¿Qué elementos forman la “fiesta” en tu vida y los estás dejando de lado por vigilar aquello que te resulta desagradable sentir? ¿Qué oportunidades dejas o has dejado pasar porque no te permites que “Brian” aparezca?
Como hemos comentado anteriormente, es muy frecuente que cuando sentimos ansiedad, tristeza, pensamientos que nos perturban…intentemos controlar que no aparezcan y puede que, como el protagonista de nuestra metáfora, consigamos echarles durante unos minutos, pero ¿qué ocurre después?, vuelven cada vez con mayor fuerza, ya que sin darnos cuenta hemos volcado toda nuestra energía y nuestra atención en ellos. Y lo más importante, mientras hacemos esto son muchas cosas las que, poco a poco y sin darnos cuenta, vamos dejando de atrás (valores, amistades, oportunidades, actividades…).
Pasemos a analizar la segunda parte del vídeo: ¿Qué es lo que acaba haciendo el protagonista para poder disfrutar de la fiesta? ¿Qué ocurre cuando abre la puerta a “Brian” y le deja estar? Cuando nos abrimos a sentir, dejamos de luchar y de tratar de controlar nuestras emociones o pensamientos, cambiamos nuestro foco atencional a lo que es importante para nosotros, a esas cosas del día a día que nos estábamos perdiendo y, aunque al principio nos resultará difícil, después la emoción se irá colocando, encontrará su espacio y ya no nos interferirá tanto como antes.
En tú eliges tu vida te enseñamos a abrirte a tus emociones, aprender a convivir con ellas y pasar de “sobrevivir” a “vivir”. Pide cita o contáctanos para encontrar más información. ¿Te animas?
